domingo, 17 de octubre de 2010

y los naranjes me dieron el adios -9-

hoy, como todos los dias , amanece gris, el cielo parco se niega, no quiere mostrar su azul, las horas parecen detenidas en las seis de la mañana, pero es engañoso, porque las horas han corrido despotrincando entre los canceles de las manecillas. Nada se detiene, ni el rumor, ni el silencio, ni el tiempo.
Cada día termina en un gracias mi dios y luego acuden a mi sueños todos los que he dejado al otro lado del mundo, desde el mayor que es lo mas hasta él que tiene 4 años, todos pisan mis sueños, agitándolos y haciéndome sentir que no hay lugar mejor en el mundo que el hogar, ese pequeño santuario, compilación de todas las vivencias y todas las querencias que han brotado desde lo mas profundo de mi cuerpo. En  mis sueños, cuando mis sentidos están en reposo, ellos reclaman en esta lejanía, la ausencia. O que sé yo, tal vez es mi conciencia la que me reclama el estar tan lejos sin necesidad alguna.
La paz es la principial bandera de este lugar, los pasos lentos y pausados de las personas son el tono que armonia con la falta de viento. Cabelleras blancas, largas o cortas, cabezas calvas brillando, espaldas encorvadas, o mas rectas de lo normal, chaquetillas de tonos mate en los hombros, los perros al lado, pequeños y curiosos. Se levantan hasta el cielo, las palmeras llenas, algunas, de datiles, los arboles permanece estáticos, no hay parvada que los habite, delante de mi, la gata que sale desde el techo de la casa de enfrente, le cuelgan las ubres , detiene su paso, me mira, le miro ..luego continua sin darme importancia.
Domingo es dia de misa, las dos chicas de la quinta se han puesto sus mejores prendas, perlas en el cuello, el pelo blanco levantado sobre la cabeza, sus olores son delicados y sutiles, calzan zapatos bajos con suela de goma.  Julio no quiere ir de misa, dice que ni a su boda, que a esta edad puede que dios se compadezca mas de él y le regale mas años, pero que ya no quiere tantos más, que es solo, que su hija vive lejos, que su nieto lo mismo. Que solo habita ese piso en la parte baja del edificio allá en oviedo, viviendo porque  no le queda otras más que vivir.
Entonces las damas se van de misa y nosotros que somos muy ateos nos vamos a la playa, que queda ahi nada más a unos pasos.  El mar se ve gris, Carmen dice que es porque el cielo aún está nublado. Cuantas cosas, nos quitamos los zapatos y los metemos en el agua, por ahí y por aquí las medusas , dicen que solo las moradas son de muerte, que ésas de color miel pueden causar malestares pero la muerte no, pero hay que evitarlas. Este año ha sido año de medusas, por las mañanas inundan las playas.
Hacemos unas fotos con el nombre de fer en la playa, encargo de mi amigo fer que está en buenos aires, nos hemos entretenido bastante con el encargo, nos hemos reido, quisimos ponerle corazones y no nos han salido, y mira que carmen sabe algo de pintura.
Hoy es mi ultimo día en los alcazares, en la sección de los naranjes. por el mediodía iremos de mercadillo, de nueva cuenta pero ahora por el lado del autocinema, un lugar lleno de marroquíes, con sonidos desconocidos. He encontrado, gran cantidad de personas de color moreno, una chica hermosa, muy hermosa, con su cabello negro trenzado hacia atras, con los ojos miel mas grandes  pero apagados, llenos de zozobras y miedo. Delante de ella un hombre alto, con facciones de hierro me recordó a Shaka zulu, guapo, un negro muy atractivo con porte de rey, de hombros rectos, labios gruesos y dientes blancos, ojos oscuros.  Esos panoramas son increibles y es imposible que no destaquen entre el gentío, altos y morenos sobresalen sobre todos, que ya saben es una estatura media. sin alcanzar el 180. Estos dos chicos median casi los dos metros, asi que eran faciles de ver.
El color del mercado es genial , el movimiento te arrastra entre bolsos y zapatos, entre camisetas y truzas. Una cafeteria llama con sabores de cerveza, me tomé una y me adormecí.
Ayer fuimos por la manga ¿lo conté? como siempre y para no quedar mal, me he quedado dormida en el camino, el lugar es inmenso de largo, pero de ancho nada de nada,  una minima franja de tierra dividie el mar en dos, el mar mayor a mi derecha y el menor a mi izquierda, llegamos hasta el faro y nos hicimos fotos.
me llama la atención la edad de todos los edificios, se nota que esta sección por los menos el mas joven de los hoteles debe tener a lo mínimo 30 años. La ciudad parece abandonada, solo unos cuantos hoteles siguen abiertos atendiendo a la tercera edad, los demás cierran puertas y el lugar se muere
Como muerto me pareció este lugar. Hoy, salimos de paseo para despedirme del lugar, cuánta soledad, qué silencio, que agonía noté en las calles, la hojarasca recorre algunas calles, el viento sopla como todas las tardes moviendo el oleaje, la playa estaría  solitaria a no ser por unos cuantos que tomados de la mano hacen un recorrido rápido, Un jovenzuelo sigue metido en el mar, y otro mas pequeño juega en la playa , y lleva sobre el cuerpo un abrigo para que no enfríe. Carmen, Julio y yo, vamos por el empedradado que bordea el mar azul, los veleros están regresando y a los lejos algunos barcos de pequeña monta, lanzan sus anclas, listos para pasar la noche.
Al anochecer se dejan sentir los motores de los jets que vienen descendiendo para aterrizar en el aeropuerto del lugar. el silencio es roto por el murmurllo de los televisores que suenan a poco volumen, las personas charlan en tono muy alto, y me angustia escucharlos, aun no me acostumbro a este sonido. en el comedor se han juntado todos los comensales, es el buffet de la semana y todos llegan a pasar el dia entre los vecinos, unos ojos me miran al fondo del salon, unos ojos tristes y azules cubiertos por unas gafas, no tengo idea de quién sea, pero al mirarlo le he sonreido y él se ha sonrojado, la mujer que lo acompaña nota el sonrojo y mira hacia mi lado, y entonces  algo le dice al hombre que ha bajado la mirada,
seguimos comiendo, entre las charlas de las damas y de julio pruebo una merusa rellena de mariscos, que me sabe a gloria, pero no tanto como el paraiso que probé cuando llegaron la hora de los postres. que delicia de panes, flanes, natillas,
Se han sentado a la mesa a jugar parchis, el tono de todas las noches.

Estamos esperando que el tiempo deje de marchar para irnos a dormir. He terminado un día más en este lugar que me recuerda tanto a mi país y eso es raro, porque es completamente distinto.
He podido abrazarme a seres que no conocía, mirarme en esos ojos cansados, que intentan calcular mi edad, no me lo preguntan y yo tampoco se los digo.
Hoy se han sorprendido al saber que soy abuela y que tengo tres hijos.  cada día recorriendo los sentimientos de los demás y haciendo huecos para anidarlos.

La ciudad amanece sola, la temporada del veraneo ha terminado hace meses, los demás los que quedan para pasar el invierno son muy pocos, y la ciudad parece sumergida en el abandono mas doloroso....yo también marcho a continuar los caminos de Dios.
encontrandome por los linderos los mas deliciosas sonrisas y el mas febril abrazo del amigo...bendito dios que me ha permitido encontrarlos en el camino.

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